martes, 12 de noviembre de 2013

Reseña I'll be there, Holly Goldberg Sloan


A Emily no le gusta cantar. Desafina.
Y además, con tanta gente mirándola...
¿Por qué se habrá empeñado su padre en que haga algo así?
Y luego está ese chico, sentado al final de la fila.
Tan guapo. Tan distinto. Oculta algo.
Y la mira, todo el tiempo. Solo a ella.
Y ella se ha puesto a cantar. Sólo para él.


Al leer la sinopsis, me imaginé una típica historia romántica adolescente, pero surprise-surprise, no lo fue.

Todo el libro está narrado en tercera persona y desde muchos puntos de vista, lo que hace que no sea solo la historia de Emily y Sam, si no también de las personas que están a su alrededor. Que esté narrado así permite entender a todos los personajes, pero me quedé con la sensación de no llegar a conoce a ninguno, ya que le daban demasiado espacio a las cosas pequeñas y superficiales.

Me gustó el hecho de que no es un libro como los que estamos (o por lo menos estoy) acostumbrados a ver. Te das cuenta de esto apenas lo empiezas a leer, ya que trata con la situación que viven Sam y su hermano Riddle. Su padre, Clarence, es esquizofrénico, por lo que está acostumbrado a huir y cuando Sam tenía 7 y Riddle 2 años, el los subió al auto y empezó a recorrer el país. Ninguno de los dos fue de nuevo a la escuela y nunca hicieron amigos, ya que nunca se quedaban demasiado tiempo en cualquier lugar. Sam y Riddle no tenían a nadie más que ellos mismos.

A Sam le encanta la música, toca una guitarra y con ella inventa acordes y canciones. Todos los domingos, el va de iglesia en iglesia a escuchar coros y tenía perfeccionado el arte de ser invisible

Emily es obligada por su padre a cantar en el coro, pero ella detesta cantar y desafina mucho. Cuando empieza su coro, se fija en el guapo chico de la última fila, y canta solo para el.


" A Sam le entraron ganas de coger una moto y huir con ella. Lo malo es que ni siquiera sabía conducir una moto. Pero era la escena de una película que había visto en la televisión; con la diferencia de que el chico llevaba un uniforme militar y la chica lo conocía y quería huir con el. "

Se conocen y la vida de los dos cambia, al igual que la de sus familias.

"Ahora había veintiuna chicas observando con los ojos como platos cómo aquel chico -que en realidad era casi un hombre, pero sobre todo parecía un Dios- Le echaba un brazo al hombro de Emily, la atraía hacia él y, con la valla separando sus dos cuerpo, le daba el beso más dulce que ninguna de ellas había visto jamás."

Sam y Riddle conocen lo que es estar en una familia estable y que alguien se preocupe por ellos, y así, empiezan a tener un hogar.


Me gusto mucho la portada en inglés, más que la en español. Los personajes me parecieron originales y normales, no del tipo "perfecto" que parecen en algunos libros; si no que mostraban sus errores e inseguridades, lo que los hacía más creíbles y hacía más fácil el desarrollo de la historia.


♡ ♡ ♡ ♡ /5

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